Mi gran pérdida

Tras de unas fatigantes fiestas en el fin de semanas, me levanté el Lunes con mucho entusiasmo, lo primero que realicé fue limpiar la pecera que tengo con unos peses que me regalaron, inesperadamente llegó una noticia que me puso muy mal, Mi abuela se encontraba muy mal en el Policlínico, rápidamente fui y en el momento que la vi comenzaba a caer en un Paro, donde mi organismo me traicionó y con mucha razón pues es la persona que más quiero en la Vida. La remitieron para el Hospital Carlos M. de Céspedes reportada con estado de grave, fueron muchas las ideas que me empezaron a pasar por la cabeza incluso hasta

los nervios me atacaron.

Acompañándola se fueron mi mamá y su esposo, mi tío y una hermana de  ella que había cumplido misión Internacionalista, y todos los médicos que la atendieron son de buen prestigio. Al día siguiente amanecí
lleno de esperanzas de que mejorara, pero lamentablemente cuando estaba esperando a una tía mía que llegaba de la Habana recibí la noticia que había fallecido, entré en pánico y todas aquellas cosas que pensé se fueron a la borda. Toda una familia y amigos destrozados estuvimos presente en su velorio, donde fueron derramadas verdaderas lágrimas de dolor por aquel hecho. Fue la mejor madre del mundo, una hija excepcional, una esposa intachable, buena hermana, buena amiga, vecina en fin la mejor mujer del mundo. Y por tal de estas razones muchos fueron los que allí estábamos e incluso amanecimos Lejos del dolor, sé que se fue con mucho orgullo de mi, pues siempre estuve presente para ayudarle en todo lo que necesitara. Y aún más lo estará cuando empiece a trabajar.

Ni la peor puñalada dolería más que el dolor que siento en mi corazón.